Pon un Brand Book en tu vida
Brand book sí o Brand book no
Yo paso de hacer un brand book, si total, para qué…
Error. Y gordo.
Ya que te has pegado el currazo de analizar todo lo que hemos visto anteriormente ¿cómo no vas a dejarlo plasmado en algún lugar?
¿Qué es realmente un brand book?
Un brand book no es un simple libro con dibujitos y letras chulas.
Es tu carta maestra de navegación, la guía que tienes que seguir y consultar siempre que vayas a crear algo. Es la guía de estilo de tu marca.
Es el resultado de todos los pasos anteriores y es una maravillosa herramienta de comunicación entre la audiencia y la marca. Pero ojito, no lo vayas publicando por ahí que tampoco hace falta.
Un buen truquito es añadir una versión reducida de tu brandbook con un poco de storytelling y un mucho de identidad visual insistiendo en cómo se usan tus logos para que, cuando la prensa quiera escribir sobre ti, tenga las herramientas adecuadas y no vaya publicando cualquier cosa.
¿Para qué sirve?
Es la unificación de tu identidad, de todas ellas.
Ya sea para que nuevos miembros del equipo sepan dónde acaban de aterrizar y cómo hablar cuando lo hacen en nombre de la empresa o para que el equipo de marketing y redes tenga una guía de cara a todas sus creaciones.
Sin olvidar de los diseños de tus prendas que también se ven influenciados por el brand book (o deberían). Si en casa todos lo tienen claro, el mundo lo verá y te entenderá mejor.
Te reconocerá.
Y si en algún momento contratas servicios externos de PR o de lo que sea les envías el brandbook y no tienes que perder el tiempo en múltiples reuniones para explicarles quién eres y qué haces.
¿Práctico no?
¿Qué no le puede faltar?
No basta con un par de colores y los logos en positivo y en negativo.
Hay que tener en cuenta muchos detalles para que sea una buena herramienta de trabajo que sea efectiva y te solucione múltiples marrones.
Como siempre, la fórmula perfecta no existe pero sí que hay unos detallitos que no deberían faltar:
Identidad pura y dura
Tu esencia con sus más y sus menos. Busca, rebusca, medita haz lo que quieras pero no te dejes nada.
El nombre
De algún sitio vendrá así que cuenta por qué lo escogiste o de donde salió. Aunque te parezca poca cosa es algo importante y si hay una anécdota detrás, mejor que mejor.
Quién eres y por qué naciste
Básicamente aquí tienes que relatar tu historia.
Por qué decidiste empezar esta aventura, de donde salió, como fueron los principios y qué es lo que buscas con tu producto. Tus ideales y todos tus sentimientos tienen cabida en este apartado así que no estatimes información.
Propuesta de valor
Hay muchas definiciones muy elaboradas y técnicas pero si vamos al grano es aquello que te hace único, la manera en la que solucionas el problema de tus clientes a tu manera y con tu estilo.
Eso le trae beneficios y de ahí puedes empezar a desarrollar todo el copy para dirigirte a tus buyer personas y que sepan que te diriges a ellos.
Si aún no sabes quién es tu buyer persona y qué problemas (necesidades) respondes con tu producto… vuelve a la casilla de salida.
Identidad verbal
Para comunicarte no basta con abrir la boca y darle rienda suelta a la sinhueso.
Claims
Esas frases que llaman la atención y te definen. No necesitas mil frases y tampoco son todas las que usarás pero escoge aquellas que más te representan y añádelas a tu brand book.
Just do it, ¿vale?
Comunicación
Es tu idioma, tu manera de hablar.
Esto no se trata de simplemente definir si eres directo, poético, seco, técnico… también es importante marcar aquellas palabras que no quieras usar en tu comunicación.
Si vendes maquillaje y no quieres que se asocie tu producto a la palabra arrugas puedes marcarlo en la parte de comunicación de tu brandbook y que tu producto solo hable de líneas de expresión.
Identidad visual
Es lo primero que van a ver y por lo que más te van a reconocer así que dale mucho cariño a esta parte.
Logotipo
En positivo, en negativo, en pequeño, en grande, si va solo, si va con letra, si a veces va solo y otras con letra… no te dejes nada. Piensa en todos los usos que le puedes dar y recógelos en el brandbook
Paletas de colores
Y sí, paletas no paleta.
Siempre hay una paleta principal de colores pero, oh, sorpresa, también tienes que tener una secundaria bajo la manga que esté en línea de la primera y que te pueda ayudar a completar detalles o a darle un toque diferente a tu identidad visual cuando lo necesites.
Tipografía
Qué tipo de letra y como se usa.
Todos los detalles, no te dejes ninguno y piensa en títulos, en subtítulos, en cuerpo de mensaje, en citas, estampados… todo lo que tengas que escribir.
Y ojo, es muy raro tener solo 1 tipografía, normalmente se usan dos o hasta tres que se complementen entre ellas y que su combinación acabe con textos y/o estampados coherentes con tu identidad.
Iconografía
Los iconos nos rodean y están por todas partes y, créeme, tarde o temprano los vas a necesitar. Así que si tienes alguno listo lo incluyes y si no, échale un poco de imaginación y ayudate de flaticon que siempre va bien.
No me seas vago y cúrrate una guía con toda tu esencia que te ahorrará trabajo y encima hará que el mundo exterior te reconozca en todo lo que hagas. O si no nada, sigue regalando tiempo a la nada 😛