La importancia de saber qué quieren tus clientes
Aquellos maravillosos años en los que se planificaban las colecciones y los lanzamientos a un año vista se han perdido en el olvido. Y menos mal.
Con esto no queremos decir que viva la improvisación o que nos tengamos que dejar llevar por el viento.
Si antes era importante saber qué compraban tus clientes, ahora, aún lo es más.
Adiós bola mágica
Los datos que solíamos usar para analizar la idoneidad de un producto o de otro ya no alimentan la bola mágica de las previsiones de ventas.
Uno de los indicadores más relevantes para planificar tu colección era el tiempo que tardaba un modelo en agotarse y si miramos los timings del año pasado… tengo la ligera sensación de que no nos servirán.
No es solo que hoy hace un año vivíamos de dos semanas en dos semanas, es que las tiendas estaban cerradas y nuestros hábitos de consumo estaban a punto de cambiar para siempre.
¿Categórico? Pues sí, pero me da que algunas cositas han cambiado para siempre.
Si ponemos el piloto automático y nos basamos en lo más vendido de 2020 nos arriesgamos a preparar una super colección de pijamas digna de Morfeo y sus ovejitas.
¿Y ahora qué?

Muy buena pregunta.
Cuando lo habitual falla, cuando se han resuelto los posibles problemas de abastecimiento y de stock inmobilizado llega la hora de darle a la neurona.
Si lo de siempre no basta hay que buscar nuevas ideas para seguir brillando y darle a tus clientes la oportunidad de expresarse tal cómo son a través de tu colección.
Anticiparse a la demanda no es fácil en la situación actual, pero cambiar ligeramente el tipo de enfoque puede ser la clave. Es cierto que muchos de vosotros ya os centrábais mucho en vuestro cliente y analizábais bien su comportamiento, pero ¿y si buscamos otro punto de vista?
A pesar de que los datos sean los mismos toca leerlos de otra manera, buscar la emoción que hay detrás de cada cifra para evitar caer en la automatización (que será muy buena para ciertos aspectos del negocio pero no para la parte creativa).
Vive el proceso de compra y vive las estaciones. ¿Qué sentido tiene empezar a vender bañadores en febrero?
Prepara una colección que se ajuste a las necesidades reales de tus clientes y a lo que sienta en cada momento. Ni es algo fácil, ni es tan difícil como crees. ¿Tú también estás vivo, no? Esta es la diferencia entre saber qué compraron tus clientes a qué es lo que quieren ahora.
Busca qué es lo que te gusta a ti cómo consumidor, ponte de verdad en la piel de tus clientes y crea desde ese sentimiento.
Puede que te guste lo que descubras.
Los básicos nunca fallan

Si la bola mágica ha perdido cobertura y no se te da muy bien la empatía tienes un recursito que nunca falla. Es un recurso que tienes que dosificar y no puedes abusar o caerás en una monotonía monocromática que aburrirá hasta a los más góticos.
Los básicos.
Todos tenemos un fondo de armario y tarde o temprano toca renovarlo. No te estamos diciendo que tengas una colección básica o que no busques nuevas formas. Ni de lejos. Lo que sí puede ser muy interesante es revisar tus básicos para darle un aire diferente.
Tener una buena base que sobreviva a estaciones te dejará margen para crear cosas nuevas que te permitan conectar con tus clientes de otra manera. Que sientan que les has leído la mente.
No olvides que lo básico puede ser algo completamente nuevo, ¿y si le das un toque sostenible a tus básicos?
Estamos reconectando con lo local y darle un toque sostenible a tus básicos te puede llevar a tener una colección completamente renovada y muy en línea a las emociones con las que se identifican tus clientes.
La importancia de saber lo que quieren
Ya no es tan importante lo que han comprado porque nos puede confundir (este año desde luego)
El foco ha cambiado y es importante saber lo que quieren para, de alguna manera, intentar anticiparse.
Quizás hemos pasado de la bola mágica a intentar leerles la mente, pero eso es bueno. Eso sí, toca arremangarse, escuchar y observar mucho.