La relación amor / odio con el probador
Se acercan las rebajas y, como cada año, queremos aprovechar para darle un toque de color y novedad al armario, pero con las rebajas llega el drama.
Ese momento que te da una pereza terrible: entrar en el probador.
Todos tenemos una relación de amor odio con el probador y ya es hora de entender por qué para acabar con el odio y reconciliarnos con el ritual de probarnos la ropa.
Dame metros cuadrados y te haré feliz
Entras en el probador con las prendas y tienes que luchar con la cortina, las perchas, un micro taburete, tu chaqueta, las gafas de sol… a ver… ¿tanto cuesta dar un poco más de espacio?
Vale, más metros de probadores es igual a menos metros de tienda. Pero y ¿qué pasa con la experiencia?.
En tu tienda online no tienes ese problema, tienes una herramienta de recomendación de tallas recibirán su prenda en casa y les quedará como un pincel, pero no puedes ofrecer una experiencia traumática a los clientes porque se irán sin comprar.
No hace falta tener un probador que parezca un palacio pero que tus clientes necesitan moverse con libertad para ver lo bien que les quedan sus trapitos nuevos.
Quizás el motivo principal de comprar moda en una tienda en vez de hacerlo online sea precisamente la posibilidad de probársela. Dale la importancia que se merece ese momento y aprovécha esa ventaja a tu favor.
Focos, cámaras, acción

Ni queremos probarnos la ropa con gafas de sol, ni queremos usar la linterna del móvil para ver qué llevamos puesto.
El color de la iluminación influye en cómo vemos nuestra piel y, si nos equivocamos con la intensidad, podemos crear sombras que parezcan pliegues (o curvas que no tenemos).
La iluminación es una parte muy importante del momento odio al probador. Una mala iluminación puede jugarte una mala pasada frente al espejo.
Ai, el espejo.
Espejos que de repente te estiran y creces, otros que te achatan y pareces un minion…
¿Y si le damos un toque digital a los espejos?
Espejito, espejito…
Ya hace años que algunas marcas como Zara han integrado probadores virtuales en 2D para darle ese toque muy digital a la tienda física.
Probarte la ropa sin tener que desnudarte ni sudar en un probador pequeño, mal iluminado y sin aire acondicionado es el sueño de cualquiera.
Al principio eran más un efecto sorpresa, un pequeño juego para que, al entrar en la tienda, pudieras tener una experiencia divertida. Tras este último añito estos espejos se han ido forjándo un nombre, sobre todo en esos momentos en los que no se podía entrar en los probadores habituales y éstos eran la única opción.
En el mundo digital todo evoluciona muy rápido y ahora que empezamos a pillarle el truquito a los espejos virtuales va, y llega la versión en 3D.
Bueno, está llegando.
La Universidad de Barcelona e investigadores del Centro de Visión por Ordenador han desarrollado un programa capaz de simular todo tipo de prendas sobre diferentes formas corporales.
¿Se puede usar la recomendación de tallas en tiendas?
Claro (y deberías )
No todo el mundo puede permitirse por espacio o por costes tener un espejo virtual en sus tiendas físicas pero una tablet cabe en cualquier sitio.
Recomendar la talla es una manera de ayudar a tus clientes a acertar con su talla sin tener que pasar por el drama del probador o que se lo acaben llevando a lo loco para acabar devolviendo la mitad.
Todos hemos hecho aquello de acercarnos al dependiente de tienda y preguntar: ¿qué talla debería coger? Pero el dependiente puede estar ocupado o puede no tener mucho ojo clínico.
Si tus clientes pueden consultar su talla con una herramienta que tiene cargada toda la información de tus patrones y de cómo sientan a la gente real, no solo aumentarás las ventas, también mejorarás la experiencia de compra de tus clientes y reducirás las devoluciones.
No hace falta tener un espejito mágico en 3D para perderle el miedo al probador. Una buena recomendación vale más que mil reflejos.