Los 5 elementos del branding
¿De dónde viene la palabra marca?
Hay varios orígenes y casi todos incluyen marcar a un pobre animal con el logotipo de su propietario. Parece ser que los vikingos trajeron el término Brandr (quemar) en sus primeras incursiones en territorio inglés y ala, brandr, brand, branding del bueno.
Pero este orígen orígen no nos acaba de convencer, casi que preferimos la versión de los romanos en la que los alfareros marcaban sus vasijas y, en concreto, el caso de Iulius Anicetus: el obrador de Barcino que marcaba sus ánforas de vino con un protologotipo para exportarlas por todo el Mediterráneo.
Este mejor, ¿no?
De la marca a la identidad
Identidad de marca, imagen de marca, branding… son conceptos que se mezclan entre sí pero todos nacen de la misma pregunta ¿Quién eres?.
No se trata de filosofía profunda y de entrar en aquello de dónde vienes, quién eres y a dónde vas pero sí tienes que plantearte tu identidad, cuáles son tus valores y qué es lo que quieres transmitir con tus productos.
Todo viaje empieza por un primer paso y, en este caso, es justamente en ese primer paso cuando tienes más claro quién eres y qué quieres transmitir. Es muy fácil dejarse llevar por el ritmo frenético del día a día, de las ventas, de los gastos, del personal y perderse… frena.
Frena y piensa en ese momento, esa idea es la que te ha llevado hasta aquí y es lo que necesitas para que te conozcan y te reconozcan en tus prendas.
Tu marca necesita una identidad para que te reconozcan , es el momento de mirar hacia adentro, estudiarte y darle una identidad fuerte y coherente a tu marca.
Uno de los padres del diseño de marca gráfica dijo:
“Los productos se fabrican en la fábrica, pero las marcas se crean en la mente”
Walter Landor
Los 5 elementos
En este caso 2 + 2 no siempre son 4.
Una identidad no es algo matemático, es algo humano y de percepción pura pero que tiene muchísima fuerza. Si lo piensas bien hay marcas que han conseguido cosas tan locas como cambiar el color del traje de Papa Noel de verde a rojo.
Como hay cinco sentidos hemos pensado que sí puede haber 5 elementos que te ayuden a establecer los fundamentos de la identidad de tu marca y ofrecerte todos los beneficios que vengan con ella.
No escondas tu verdadero yo
No te escondas tras tus productos o tras una moda. Tú eres tú y eso es lo que tienes que enseñar. No hay nada peor que una marca que va dónde el viento la lleve ya que las inconsistencias dan sensación de inseguridad a los consumidores que pueden acabar buscando nuevos horizontes.
Hoy en día hay muchos productos al mercado y la cantidad de información que procesamos es increíble, es por eso que hoy, más que nunca, tienes que ser tú mismo y que se note.
Mantén tus promesas
¿Sabes aquello de que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo?
Todo queda registrado en la red así que no mientas que te pillan fijo. Olvídate de claims vacíos que no puedas cumplir por muy rompedores que parezcan. Si no puedes cumplir con lo que prometes decepcionarás a tu audiencia y no hay nada peor que las decepciones.
Nadie dijo que el camino de tener una identidad de marca fuera rápido. Es mejor pasito a pasito pero estable que querer correr en un terreno que se desmorona a cada paso.
No pierdas el foco
No quieras abarcarlo todo.
Con esto no queremos decir que tengas una colección minimal pero si tu especialidad es la ropa ibicenca no presentes de repente una colección de cuero para moteros o unas libretas con frases inspiradoras porque estén de moda.
Cuando vayas a incorporar un nuevo producto a tu línea mira como queda en el conjunto, si pega y tiene lógica adelante, si chirría, mejor aparca la idea.
Nos movemos por emociones
Tus productos están hechos para personas y las personas tenemos sentimientos. Aunque a veces nos comportemos un poco como robotitos no quiere decir que lo seamos y que no tengamos un corazoncito.
No tengas miedo a expresar tus sentimientos en tu marca y a mostrales a tus clientes las emociones que vivirán con tus productos.
¿Te acuerdas de ese anuncio con una mano en la ventanilla y el pelo del brazo erizado con la frase: Te gusta conducir?
Flexibilidad ante todo
Mantener el foco y la coherencia no es sinónimo de rigidez ni mucho menos.
Ser consistente no quiere decir no adaptarte, si tus zapatos son monísimos pero le destrozan los pies a tus clientes puedes gastarte millonadas en construir una identidad de marca que se reducirá a “esos zapatos que te destrozan los pies”.
Tener una identidad de marca fuerte no es un capricho, es algo que te traerá grandes beneficios si sabes cómo hacerlo y en los próximos posts emprendemos este camino contigo.
Hoy le robo las palabras a Ashely Friedlein para la cita final del post:
Una marca es la suma total de cómo alguien percibe una organización en particular. Branding es darle forma a esa percepción.